martes, 17 de noviembre de 2009

Alarte sobre Gürtel: ´No sé si lo estaré haciendo bien, pero es lo que toca hacer´


Arenga a doscientos cargos públicos y orgánicos a los que citó para justificar la querella y cerrar filas - El PSPV llevará el debate de la corrupción a los plenos locales para movilizar con mociones por la regeneración democrática

Fue un intento de coreografiar políticamente una de esas danzas tribales que se escenifican en la plaza del poblado antes de partir a la guerra. Uno de esos actos que reafirman el sentimiento de pertenencia al clan. Consciente de la necesidad de cohesionar y ganar la organización si quiere pasar de secretario general a líder del socialismo valenciano, Jorge Alarte citó a todos los cargos públicos y orgánicos en la sede (diputados autonómicos y nacionales, senadores, secretario locales y portavoces y miembros de las ejecutivas nacional y provinciales) para justificar la querella presentada por el partido como declaración de guerra a la corrupción. La que encarnan, según el PSPV, el presidente Francisco Camps, el PPCV y sus terminales en la trama Gürtel.
La iniciativa se presenta, explicó Alarte, por responsabilidad -"es lo que toca hacer"- y no por cálculo electoral. "Vamos a ser fuertes", "no vamos a pedir perdón", "no vamos a doblegarnos ante nada ni nadie", fueron las consignas del secretario general, en una arenga de 35 minutos a los casi 200 asistentes. El salón de actos Ernest Lluch no se llenó del todo, lo cual demuestra la anemia y el desencanto que atenaza a una organización a la que no resucitan ni El Bigotes, ni un Camps políticamente terminal. Los que acudieron escucharon de boca de Alarte la justificación del porqué de una querella que no se presenta por estrategia, ni táctica, sino por principios y defensa de los valores socialistas, dijo. Quiso dar explicaciones y argumentario sabedor de que la decisión de querellarse ha sido muy criticada. Hasta por el portavoz adjunto del grupo socialista y firmante de la iniciativa, Ximo Puig.
Alarte dijo que consulta las actuaciones con mucha gente y que cuando llega a la convicción de que hay que moverse en un sentido, se hace una última pregunta casi retórica: "¿Lo estaré haciendo bien?" En la postura del partido en el caso Gürtel (mantener una oposición dura con una primera trinchera en los tribunales) también siguió ese proceso y confesó en voz alta: "Como me dijo Josep [Moreno, asesor y persona clave en todas sus decisiones], no sé si bien pero es lo que toca hacer".
Al arrancar su intervención dijo que sólo hablaría dos minutos de la querella, pero ese asunto sobrevoló casi toda su intervención. Arrancó leyendo la pregunta parlamentaria que el 23 de mayo de 2005 hizo el diputado José Camarasa sobre los contratos de Orange Market, a raíz de las informaciones de Levante-EMV sobre la empresa con vinculos en paraísos fiscales. Alarte agradeció la labor del grupo, que personificó en los cuatro firmantes de la querella, para quienes pidió todo el apoyo. Y proclamó: "Desde hace cuatro años vienen preguntando valientemente, dando la cara por la democracia, por la ética y por la honradez".
El líder socialista recordó la pérdida de papeles de Camps el jueves, cuando acusó a Ángel Luna de querer asesinarlo e instó a su gente a "ser fuertes ante Camps porque su comportamiento no tiene justificación y ha puesto en juego valores esenciales de paz y convivencia y pone en evidencia lo que piensa".
En aras de ir entrenando el músculo de la organización, movilizando y desgastando al PPCV, Alarte anunció que presentarán mociones en todos los municipios con un decálogo a favor de la regeneración ética y los valores democráticas. Una manera de acercar el debate de la corrupción Gürtel a la puerta de casa. Un reparto a domicilio de los escándalos de Camps y el PPCV.
Nadie hace uso de la palabra después del secretario general
Como un comité nacional pero sin intervenciones de exaltación al jefe, como suele ser norma. Y no las hubo porque tampoco nadie quiso hacer uso del turno de palabras que puso a disposición de los presentes la secretaria de organización, Elena Martín. La reunión de ayer era prácticamente inédita. No se recuerda una convocatoria tan amplia que no sea del máximo órgano entre congresos. Sin embargo, el resultado sí estuvo dentro de los parámetros habituales. Como suele suceder en el PSPV, las críticas, el hondo malestar ante determinadas decisiones importantes o fracasos estrepitosos (es la forma de vida del partido desde hace catorce años) no afloran en los órganos del partido. Como casi siempre, el descontento se expresó con ausencias o con un clamoroso y unánime silencio.