viernes, 3 de septiembre de 2010

ENTREVISTAS CON ANTONIO ASUNCIÓN



´El Partido Socialista no emerge y falla porque no conecta con la sociedad´
Con una carrera política de primer orden y once años políticamente en la sombra —«pero no en la inopia»—, Antoni Asunción está dispuesto a recuperar el Palau la Generalitat para los socialistas. Se lo cree y esa es una de sus divisas. Ha decidido enfrentarse al aparato del partido sin temer a los enemigos de casa. Conoce la fórmula y afirma que no es complicado llegar.

PILAR G. DEL BURGO ¿Por qué ha vuelto a la arena política después de once años de inactividad, le han dado alguna orden desde arriba?
No. Es una decisión personal, voluntaria y sin coacciones. Como la gente que me está acompañando en esto y sin prebendas ni promesas de reparto de ningún carguito, nada. Vamos a cambiar y a emerger. Yo creo que el partido tiene un perfil plano y en un momento, en una coyuntura compleja como la que vivimos de la situación económica y de confusión y descrédito de la política hay que estar y hay que dignificar esto y hay que dar credibilidad. Ya lo hice en la transición, dejé la empresa privada de mi familia para dedicarme a la política y ahora vuelvo otra vez.

¿Va a ser la Trinidad Jiménez de la Comunitat Valenciana?
No, yo creo que yo...

Pero su trayectoria política...
Sí, es más conocida, he estado ahí y puedo aportar. Yo creo que el Partido Socialista no emerge, no existe, el sustrato electoral no repunta. El PP tiene unas condiciones desastrosas y sin embargo no baja, está fallando algo...

Y usted cree que falla el Partido Socialista
Hombre claro, ¿Quién va a fallar? ¿los ciudadanos? No. Está fallando el Partido Socialista y eso es una de las cosas que hace que vuelva a la arena política.

¿Por dónde hace agua?

No conecta con la sociedad. En este momento hay una clase media aquí que está votando al PP que no tiene ningún sentido que vote al PP. Nosotros somos quienes les podemos representar mejor, tenemos que ganar su confianza y para eso tenemos que demostrar que somos quienes podemos, perfectamente, defender sus intereses. Para eso hay que plantear políticas concretas a nivel presupuestario, social... y aunque uno no esté gobernando hay que decir que hay que hacer esto, que hay que recortar esto otro... Hay que estar ahí, nada de demonizar al empresariado porque si hay una pequeña y mediana empresa que es clase media que está votando al PP, pues en algo estamos fallando nosotros, ¿no?

Ha dicho que Obama tampoco era el candidato oficial y ganó.

Claro. Le conocimos en las primarias y luego fue ganándose la confianza. Aquí tímidamente está bien que sigamos sus pasos, que nadie se asuste porque es un ejercicio muy saludable.

¿Se presenta a la arena política valenciana con ese espíritu? Yo esto ya lo he hecho, lo de presentarme a unas primarias y después me enteré que gané yo las elecciones, pero me enteré a posteriori, por tanto no me pilla de nuevas. Así que estoy acostumbrado al trabajo duro y contra el aparato. Lo hice y pudimos. Ahora yo creo que con mayor solvencia intelectual que entonces por la madurez y los años que también son ventajosos.

Entonces, ¿está dispuesto a ser el Obama de la Comunitat Valenciana?
¡Por supuesto!

En solo 48 horas en ´facebook´ tiene más de cien seguidoresSí y hay muchos más. Vas a ver como se multiplica eso. Hoy creo que en las encuestas de algunos medios digitales íbamos a 80/20. La cosa va muy bien

¿Antoni Asunción se ve como presidente de la Generalitat?
Siempre hay que esperar a ´ver el peix per fer el compte´

¿Qué les va a decir a los compañeros socialistas para arrastrarlos a su candidatura?Que podemos ganar. Solo tenemos que conectar con la sociedad y mostrar que somos capaces de gobernar sin aspavientos, sin demonizar a la clase empresarial. Hay que incentivar lo que es la empresa, ayudar a los empresarios y que haya jóvenes a los que les ilusiones ser empresarios.

¿Le ha comunicado la decisión al presidente Zapatero?
No, no lo voy a hacer. Voy a ajustarme a las normas de partido.

Pero querrá jugar con ventaja

Yo creo que estamos proyectando más en tres días que lo que ha proyectado esta ejecutiva en los últimos años. El revulsivo ya es muy positivo. El hecho de decir estas cosas nos está dando una posibilidad de expresar ideas que están conectando con la gente, que están entendiendo lo que se dice en 48 horas. Planificándolo bien, esto no es complicado.

¿Con cuanta gente cuenta?
Se van sumando. El lunes configuraremos toda la estructura, que es cuando se abre el plazo, pero hay muchísima gente, voluntariado, de la universidad...

¿Qué opina de Alarte?
Que no lo está haciendo tan bien. No está dando el nivel que requiere esta situación. No estamos conectando adecuadamente con los ciudadanos. Falla la respuesta que se da desde el partido. Y yo me encuentro en condiciones de dar esa respuesta.

Usted es un forofo de la participación
Las primarias son muy interesantes pero sería mejor que lo decidiera el ciudadano de base a que se decida en una mesa camilla. Los partidos no son patrimonio de sus dirigentes, sino de la sociedad. Es necesario una ley de partidos, porque mi partido ahora no la está dando. Yo quiero intentar algo en lo que creo que estamos fallando, porque la dirección de mi partido está haciendo diagnósticos autocomplacientes y equivocados.

¿Tiene alguna fórmula?
Con ilusión y conectando con la gente se puede entrar sin estar bendecido por el aparato.

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¿Por qué quiere presentarse como alternativa al actual secretario general del PSPV, Jorge Alarte?-Tiene un perfil plano. Lo apoyamos para que fuese el ariete frente al PP, pero se ha diluido en problemas internos y no está presente en la sociedad. Un partido endogámico cuyo fin es el propio medio, no puede ser referente en la sociedad.

-Había dicho que quería estar apartado de la política.-Y lo he hecho. Hasta que he decidido que ya estaba bien. Las circunstancias como las que hoy tenemos son excepcionales, por el contexto de crisis internacional y las propias dadas la morfología de la Comunitat Valenciana. No podemos esperar más. Aquí estoy, ofreciendo mi trabajo para esto.

-Hay que reconocer que al PP le viene bien…
-Imagino. Si gano, ya veremos si están tan contentos.

-¿Qué le parece el pacto que escenificaron Jorge Alarte y Joaquim Puig tras el anuncio de su candidatura?-Es más de lo mismo. Se han repartido la miseria de la derrota. Les importa más acaparar los cargos que poner los medios para vencer al PP.

-La dirección nacional no es partidaria de que se produzcan primarias. ¿Consultó antes?-No, pero Ferraz ha emitido un comunicado en el que apuesta por el respeto absoluto al proceso en Valencia. Neutralidad total. No llamé antes a Blanco ni a Pajín.

-¿Sabe que no es el candidato oficial y tiene todo en contra?-Sí, lo sé. Así empezó Obama frente a Hillary Clinton y ganó. Conmigo puede suceder lo mismo.

-¿Cuál ha sido la reacción de las bases?-Muy buena. Muy positiva.

-¿En qué sectores confía para conseguir los avales?-En la base del partido.

-Uno de los problemas que usted ve en el PSPV es que no sabe ganarse a la clase media. ¿En qué ha fallado? ¿Qué haría usted?- El espectro electoral donde tenemos que ganar para gobernar no es arañar votos a Izquierda Unida, sino ganar un segmento de la población que debería estar identificado con nosotros, como lo estuvo anteriormente, y que ahora vota al PP porque no ve ninguna alternativa. Debemos dirigirnos al electorado centro del PP. Está reiteradamente demostrado que no conectamos nada.

-¿Y eso es posible en estos momentos?-Claro. El poder desgasta a todos. La inactividad del Gobierno valenciano, unida a los casos de corrupción, ha creado un clima muy favorable. Muchos votantes del PP están hartos.

-Se puede interpretar que usted quiere acercarse a la derecha.
-Yo me definiría como un hombre de izquierda tirando hacia centro, no tengo complejos. Quienes somos de izquierdas, sólo podemos acercarnos hacia la derecha, porque uno no se restriega en sí mismo. Tenemos que defender las empresas, porque generan riqueza. Después hay que trasladar otra máxima, la de contener el gasto superfluo con la creación de una agencia que mida la eficiencia del gasto público. Yo la montaría inmediatamente, como experiencia piloto, y luego la exportaría. Se trata de aplicar los esquemas de la privada a la gestión pública. Tan insolidario es no pagar impuestos como malgastarlos.

-Le veo muy preocupado por la economía… ¿Competiría con Zapatero?-Igual que lo hago en el ámbito de mi comunidad, podría hacerlo en otro. Es una hipótesis que no se ha planteado.

-¿Qué entiende por contención del gasto?-No contemplo el despido, sino congelar la oferta pública de empleo y redistribuir internamente, racionalizar costes.

-Rehuye su opinión sobre la política económica de Zapatero. ¿Qué le pediría como presidente valenciano?-Lo que haría sería aportar un esquema de trabajo para contener el déficit. Le ofrecería la lealtad, también a cualquier otro presidente de Gobierno, aunque fuera de otro partido. Lo de la capillita cerrada no va a ninguna parte. El panorama es sombrío. No podemos distraernos con peleas estériles. Hay asuntos que precisan del pacto con el PP.

-¿Es optimista con la situación actual que atraviesa España?-No, pero podemos salir. Hay que pedirle a la gente solidaridad colectiva.

-¿Está dispuesto a integrar a todas las familias socialistas? -Yo creo que las listas a las Cortes Valencianas deben componerse con personas representativas de diferentes sectores, no por reparto entre el partido.

-¿El PSPV no tiene claro un discurso sobre las señas de identidad valencianas?-Eso está superado. Aquí nos sentimos todos valencianos y españoles.


PERFIL
No acepta el conformismo
Antonio Asunción (Manises, 1951) sorprendió a propios y extraños esta semana con su reincorporación a la política tras diez años de empresario. La falta de expectativas electorales del socialismo valenciano, la desconexión con la sociedad real de la Comunitat Valenciana y la aceptación de la derrota –el «reparto de la miseria», como él la llama– protagonizado por el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, y el representante del lermismo, Ximo Puig, de cara a las próximas elecciones autonómicas, removieron de su letargo público a este valenciano, con extraordinaria imagen, que presenta un currículum político extraordinario. Alcalde (1979), presidente de la Diputación (1984), director general de Prisiones (1988) y ministro del Interior (1993) y de los pocos que supo dimitir cuando podía haberse mantenido en el cargo.

Alicia Martí