En el pasado pleno extraordinario, celebrado el pasado viernes, el portavoz socialista, Gonzalo Guillén, preguntó al alcalde cómo era posible que existiese una deuda tan abismal con empresas que gestionan servicios tan básicos como la luz y la basura y preguntó la razón del por qué se planteaba destinar este préstamo a dos grandes empresas de fuera de Chiva y cuyas facturas están dentro del presupuesto anual. Guillén puso de manifiesto textualmente que se debía a una mala gestión del actual gobierno.
Haro esgrimió que en Chiva no quedan proveedores pendientes de pago dentro del plazo que marca la ley de morosidad (90 días), pese a que reconoció que existe una deuda a proveedores que puede alcanzar los casi 600 millones de pesetas.
Nuestro portavoz, acto seguido, solicitó a la interventora que quería conocer pormenorizadamente cada una de las facturas que el Ayuntamiento tiene pendientes de pago para constatar que lo dicho por el alcalde sea cierto.
El Grupo Municipal Socialista no apoyó la aprobación del préstamo, basándose en los términos que se planteaba, ya que "entendemos que la naturaleza de este préstamo es que ningún pequeño proveedor de nuestro pueblo o nuestra comarca se vea asfixiado debido a la situación de colapso económico que vivimos". Nuestro portavoz reivindicó la necesidad de que todos los proveedores de Chiva cobren cuanto antes y resaltó la mala gestión que se lleva a cabo por un gobierno que no cumple con lo planificado en los presupuestos y que tiene que pagar la luz y la basura agarrándose a este préstamo particularmente.
